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Aunque las plantas de albahaca son bastante fáciles de mantener, existen ciertos factores que pueden hacer que esta hierba pierda su hermoso color verde.
Las razones más comunes por las que las hojas de albahaca se vuelven blancas son la deficiencia de nutrientes y las enfermedades fúngicas. Además de estos factores, demasiada agua, plagas o demasiado sol pueden hacer que las hojas de albahaca se blanqueen. Para solucionar el problema, es importante identificar la causa y luego tomar las medidas necesarias.
En este artículo, descubrirá por qué sus hojas de albahaca se están volviendo blancas y las soluciones al problema.
La albahaca necesita temperaturas cálidas para un buen crecimiento y es muy sensible al clima frío. No puede tolerar temperaturas inferiores a 50 °F (10 °C). Se recomienda almacenarlo a temperaturas entre 20 y 27 °C (68 y 80 °F).
Si su albahaca se expone a una temperatura demasiado alta, sus actividades fisiológicas se verán alteradas. Esto puede manifestarse como:
El mildiú velloso es una enfermedad común de la planta de albahaca causada por: Peronospora Belbahriic hongo. Estos son los síntomas del mildiú velloso:
El marchitamiento por Fusarium es una enfermedad común de la albahaca causada por una planta que nace en el suelo Fusarium oxysporum f. sp. albahaca hongo.
En las primeras etapas, el marchitamiento por fusarium puede manifestarse como clorosis, lo que significa amarillamiento y blanqueamiento de las hojas.
A medida que avanza la enfermedad, la planta se vuelve marrón, se marchita y eventualmente muere.
Los pulgones son pequeños insectos que chupan los jugos de las hojas de albahaca y privan a la planta de agua y nutrientes. Suelen ser de un color verde claro o de un color marrón. El primer signo de una infestación de áfidos es el amarillamiento y secado de las hojas debido a la falta de agua y nutrientes.
Los nematodos son gusanos microscópicos que dañan las raíces de la albahaca y comprometen la capacidad de la planta para absorber agua y nutrientes del suelo.
Las plantas infectadas pueden mostrar síntomas similares a una deficiencia de nutrientes: hojas amarillentas y marchitez. Debido a la falta de nutrientes, las hojas perderán su color verde y se volverán de color verde pálido.
Estos son pequeños insectos voladores en las hojas. Puede parecer una especie de cosa blanca en las hojas de albahaca, pero son insectos voladores. Estos insectos también dañan las hojas al succionar los jugos y convertirlos en un color verde claro.
El exceso de sal seca la planta de albahaca. La acumulación de sal hace que la planta retenga agua, lo que puede manifestarse como hojas secas o blancas. La razón de esto puede ser la calidad del agua y la fertilización excesiva.
La albahaca prefiere pleno sol, preferiblemente de 6 a 8 horas de sol al día.
Todas las plantas necesitan luz para producir clorofila (el pigmento verde), que es crucial para hacer su propia comida. Sin luz y sin clorofila, la planta pierde su color y esto puede hacer que las hojas se vean más claras o amarillas.
Aunque la albahaca prospera con la luz solar directa, demasiada en el momento equivocado puede dañar la planta.
Demasiada luz directa puede hacer que su planta se seque y pierda agua y nutrientes, lo que puede manifestarse como hojas secas y blancas.
Demasiada agua y exceso de humedad pueden causar la pudrición de la raíz, lo que daña el sistema de raíces y les impide transportar alimentos y agua al resto de la planta.
El riego excesivo (podredumbre de la raíz) puede manifestarse como blanqueamiento/amarilleo de las hojas porque no obtienen suficiente agua y nutrientes del suelo.
Si no riegas lo suficiente a tu planta, no podrá producir su propio alimento ni recibir hidratación y nutrientes del suelo.
Al igual que con el exceso de agua, la albahaca simplemente no recibe suficiente agua en su tejido y esto puede causar hojas blancas y secas.
Consejo útil: Cuando riegue la albahaca, riegue en la base de la planta para asegurarse de que el follaje permanezca seco.
Esto reduce el riesgo de infecciones fúngicas y bacterianas.
La albahaca prospera en suelos con buen drenaje que permiten la circulación del aire y la oxigenación.
La albahaca crece bien en suelos con un pH de 5,5 a 6,5. Un pH incorrecto puede hacer que algunos de los nutrientes esenciales no estén disponibles para la albahaca.
También sería bueno que la albahaca añadiera algún tipo de materia orgánica al suelo. Esto puede ayudar a prevenir la deficiencia de nutrientes y ayudar a producir plantas ricas y saludables.
Si hay algún problema con su suelo, las hojas de albahaca se volverán amarillas o blancas. Esto puede deberse a varias razones:
La albahaca generalmente no es muy sensible al calor, pero mantenerla cerca de una fuente de calor durante mucho tiempo puede tener consecuencias. Un calentador eléctrico o un radiador, por ejemplo, pueden hacer que las hojas se sequen y adquieran un color amarillo/blanco.
Cuando su planta está expuesta a demasiado calor, puede aumentar la transpiración. A medida que aumenta la transpiración, tu planta pierde más agua de la que debería.
Sin agua, el tejido de la hoja pierde sus pigmentos de clorofila y se vuelve blanco.